Para entender el maravilloso espejo que guardan nuestros pies, debemos tener en cuenta las principales correspondencias entre ellos, el cuerpo y la lectura holística que surge de esa relación:
- Los dedos reflejan las áreas de la cabeza y el cuello, lo que involucra al plano mental y espiritual (pensamientos, ideas, imaginación, comunicación, creatividad, intuición, etc.) y a órganos como los ojos, oídos, senos nasales, garganta y tiroides, entre otros
- En el colchón metatarsiano (el área blanda y prominente sobre la que descansan nuestros dedos), el istmo plantar (el borde exterior del pie) y los tendones del dorso están reflejados el tronco y los brazos (lo que comprende al corazón, pulmones, codos, espalda, etc.) y el plano del impulso y la acción (sentimientos, identidad, responsabilidad y coraje)
- La bóveda plantar (el hueco o arco del pie) refleja el área del abdomen y la esfera emocional: esto comprende al aparato digestivo, los riñones, las glándulas suprarrenales y a su vez se relaciona con los afectos, los miedos, la vulnerabilidad, el estrés y la aceptación de la vida
- En la zona del talón y el tendón de Aquiles se ven reflejadas la pelvis, las piernas y el plano instintivo: esto guarda relación con órganos como la vejiga, los ovarios, útero, testículos y próstata, y aspectos como la alimentación, la sexualidad, el trabajo y la familia.
MIL Y UN BENEFICIOS
Nora López, presidenta de la Asociación Argentina de
Reflexólogos, nos cuenta que este método "además de aliviar el estrés,
activar la circulación sanguínea y energética, y aflojar contracturas, también
mejora la calidad del sueño y favorece mecanismos de depuración y eliminación
de toxinas. Asimismo, activa el sistema inmune". Como si fuera poco,
más allá de estas múltiples ventajas, la reflexología mostró buenos resultados
en enfermedades como alergias de la piel, artritis, bruxismo, dolores de
cabeza, dolores articulares y cálculos renales. Pero una de las principales
razones para su inclusión en los tratamientos de la medicina tradicional son
los alcances demostrados en las terapias paliativas y de rehabilitación.
Continua diciendo: "La reflexología se utiliza mucho en la
rehabilitación de personas que han sufrido infartos, que reciben quimioterapia
o que padecen de fibromialgias", acota López.
A tal punto se demostró su eficacia en este sentido que desde
2008 el Hospital de Clínicas de la Ciudad de Buenos Aires incorporó esta
terapia a varios de sus servicios, entre ellos el de Oncología y el de
Obstetricia. "Practicamos reflexología a las mujeres que cursan
embarazos de alto riesgo y padecen angustia, dolores o edemas, en internaciones
que son muy largas –sigue la
reflexóloga, que es parte de ese proyecto-. También
a los pacientes oncológicos que llegan al hospital para recibir quimioterapia.
Para ellos es genial, los alivia mucho, les hace muy bien".
La experiencia fue tan positiva que la institución
extendió la prestación a los consultorios externos, por lo que en la actualidad
cualquier persona puede pedir un turno para una sesión de reflexología como lo
haría en un consultorio privado.
Articulo extraído de la Revista Susana.